Los olivares son canales atmosféricos eficientes de CO2 principalmente al fijar CO2 en estructuras de árboles permanentes y no permanentes.
El estudio, publicado el 4 de junio de 2021, está aplicado al olivar tradicional e intensivo, a la producción de aceite de oliva virgen y el tratamiento de residuos en Andalucía y ha reflejado que:
- La producción de aceite de oliva virgen presenta una emisión de 1,59 a 3,26 kg de CO 2 eq. por kg.
- Los olivares son canales netos de CO 2 debido a su fijación en estructuras arbóreas.
- La huella de carbono es principalmente negativa
- El cultivo tradicional presenta la mayor mitigación del CO 2 atmosférico que el cultivo intensivo.
Resumen
La producción de aceite de oliva da forma a la vida socioeconómica y ambiental de muchas áreas de la cuenca mediterránea, especialmente el sur de España, la región con mayor producción de aceite de oliva en todo el mundo.
El cultivo del olivar tiende a intensificarse desde los sistemas tradicionales de cultivo de baja densidad a los sistemas de cultivo intensivos y de alta densidad, lo que podría resultar en mayores impactos ambientales .
El objetivo de este estudio es estimar los impactos ambientales, la huella de carbono (C) y el balance de carbono de la producción de aceite de oliva de origen virgen en España a partir de cuatro fincas tradicionales de secano, cuatro de regadío y tres olivares intensivos, incluida la fase de elaboración.
Los impactos ambientales de la producción de 1 kg de aceite de oliva virgen sin envasar en la almazara y las fases industriales se cuantificaron con la Evaluación del ciclo de vida.(LCA) y un enfoque “de la cuna a la puerta” utilizando datos de encuestas en estas 12 almazaras.
De media, la fase de cultivo representó el 76,3% de las emisiones. Por lo tanto, para reducir el impacto de la producción de aceite de oliva virgen, la mayor parte de los esfuerzos deben realizarse especialmente en la fase de cultivo. A pesar de la alta variabilidad entre temporadas y entre distintos cultivos del mismo sistema, la agricultura intensiva tuvo impactos significativamente más altos que la agricultura de secano tradicional, principalmente debido a la aplicación de fertilizantes nitrogenados, productos fitosanitarios y herbicidas. La huella de C fue negativa.
Los olivares son canales atmosféricos eficientes de CO2 principalmente al fijar CO2 en estructuras de árboles permanentes y no permanentes. La menor intensificación de las arboledas tradicionales de secano contribuyó más a mitigar el aumento de CO2 atmosférico. Finalmente, la huella de C y el balance de C son negativos, especialmente en la agricultura tradicional de regadío e intensiva. La aplicación de fuentes orgánicas de fertilizantes y la implementación de cultivos de cobertura espontáneos temporales, tanto técnica como económicamente factibles, son estrategias acertadas para lograr un balance de carbono positivo y reducir los impactos del cultivo del olivo.
Autores: L. Fernández-Lobato, R. García-Ruiz, F. Jurado y D. Vera
Fuente: ScienceDirect