Madrid, 26 jun (EFE).- La primera edición del Congreso Mundial del Aceite de Oliva (OOWC, por sus siglas en inglés) ha comenzado este miércoles en Madrid con un llamamiento a retomar la producción y el consumo de este producto de manera más sostenible, tras dos campañas cortas en un momento de expansión de la demanda.
Madrid, 26 jun (EFE).- La primera edición del Congreso Mundial del Aceite de Oliva (OOWC, por sus siglas en inglés) ha comenzado este miércoles en Madrid con un llamamiento a retomar la producción y el consumo de este producto de manera más sostenible, tras dos campañas cortas en un momento de expansión de la demanda.
En la primera de las tres jornadas que dura el congreso, que reúne a alrededor de 300 asistentes de más de 25 países, el director ejecutivo del Consejo Oleícola Internacional (COI), el español Jaime Lillo, ha destacado los retos del sector, como los de lograr una producción más sostenible, afrontar la globalización y contribuir a la salud humana y del planeta.
“Entendiendo mejor la relación con el clima que está cambiando tenemos una oportunidad, junto al deseo de la población de una alimentación más saludable, de ser capaces de retomar la senda de la producción y el consumo en los próximos años”, ha afirmado Lillo.
Desde 1990, la producción mundial de aceite de oliva se ha duplicado hasta los 3 millones de toneladas, pero la tendencia de crecimiento se ha visto interrumpida por las últimas dos campañas cortas consecutivas como consecuencia del cambio climático.
Lillo ha expresado su confianza en que la colaboración internacional y científica contribuya a mejorar la resiliencia del olivar, con gran capacidad de adaptación.
Además, el director ejecutivo del COI ha explicado que el consumo de aceite de oliva se ha ido incrementando a medida que había mayor disponibilidad, si bien todavía representa un 2 % del consumo de grasas vegetales.
“No se puede entender la expansión del consumo sin la asociación del aceite de oliva con la salud, que tiene mucho que ver con la ciencia”,
Jaime Lillo
Desde 2000 se observa una disminución del consumo en la Unión Europea y su traslado a otros países no tradicionales como Estados Unidos, Canadá, Australia, Japón y China.
Así, del 1,5 millones de toneladas que se exportan, más de un tercio va dirigido a países fuera de la región mediterránea.
Lillo ha vinculado la escalada de precios con las expectativas de producción, especialmente por “las dos campañas cortas en un momento de expansión de la demanda”.
Para el futuro, ha destacado la necesidad de producir más aceite de manera más sostenible y de diversificar sus orígenes, una “fortaleza complementaria” a la cuenca mediterránea, “centro de gravedad de la producción mundial” y una de las regiones más afectadas por el cambio climático.
El responsable ha insistido en que todos los sistemas de producción son necesarios, adaptándolos a las distintas circunstancias y optimizando el uso de recursos.
También ha subrayado la variabilidad genética de los olivos recopilados en los bancos de germoplasma para responder a los desafíos del clima, junto a otras medidas como la transformación digital y la valorización de los productos.
Lillo ha sostenido que el olivar es una “oportunidad” para la lucha contra el cambio climático, ya que existen 11 millones de hectáreas que ayudan a fijar carbono.
Debates científicos
Durante el congreso, celebrado en la sede del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), participan unos 60 expertos mundiales que analizarán retos como el cambio climático, la promoción y los precios altos.
El vicepresidente de Relaciones Internacionales del CSIC, Javier Moreno, ha recalcado en la inauguración que la amenaza del cambio climático va “más allá de la economía” y afecta, en el caso del aceite de oliva, a la cultura mediterránea.
El presidente de la organización interprofesional del aceite de oliva español, Pedro Barato, ha apuntado que el sector se ha visto sometido a un “test de estrés” con la sequía de las últimas dos campañas, la tensión en el mercado y la escalada de precios.
“Hemos gestionado de forma muy profesional los retos de la climatología y los mercados”, ha añadido Barato.
En su opinión, las acciones promocionales han dado sus frutos y España ha logrado duplicar sus exportación en más de 15 años hasta superar el millón de toneladas, mejorando su valoración para mantener el consumo en mercados como el estadounidense, el británico y el alemán a pesar del encarecimiento del aceite.
El director del Instituto Agronómico Mediterráneo de Zaragoza (Ciheam), Raúl Compés, ha considerado que el olivo, parte de la identidad de la región mediterránea, encaja “perfectamente” en el paradigma de la alimentación sostenible. EFE
Fuente: La Vanguardia