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27Sep 2022

La dieta mediterránea y el aceite de oliva virgen extra son buenos para el cerebro

Son las personas mayores las que más se benefician de los efectos sobre la salud de la dieta mediterránea en el cerebro

La dieta mediterránea es buena para el cerebro. Esto es lo que surgió en el Simposio Internacional de Yale sobre Aceite de Oliva y Salud en Roma.

En concreto, son las personas mayores, a partir de los 80 años, las que más pueden beneficiarse de los efectos sobre la salud de la dieta mediterránea en el cerebro, con un mayor volumen cerebral total y un mayor espesor cortical para las personas que reducen el consumo de carne y lácteos a favor de las verduras, legumbres, cereales, pescado, frutas/frutos secos y aceite de oliva.

LOS BENEFICIOS DE LA DIETA MEDITERRÁNEA PARA EL CEREBRO

La investigación citada por el prof. Antonino De Lorenzo de la Universidad de Roma Tor Vergata realizó una medición real de la atrofia cerebral menor, cuyo tamaño se determinó en mililitros. Gracias a la dieta mediterránea se calculó que el volumen total del cerebro era 13,11 ml mayor, de los cuales 5,00 ml en sustancia gris y 6,41 ml en sustancia blanca. Según el estudio, una mayor ingesta de pescado y menos carne, lo que resulta en un mayor volumen total de materia gris, podría contribuir a los beneficios de la estructura cerebral. Una menor ingesta de carne también se asoció con un mayor volumen cerebral total y una mayor cantidad de pescado con un grosor cortical medio superior a 0,019 mm.

Buenas verduras, legumbres, cereales, pescados, frutas/nueces y aceites con una proporción de grasas monoinsaturadas a grasas saturadas, mientras que los dañinos son la carne y los lácteos.

Se demostró que la magnitud del efecto de consumir al menos cinco de los alimentos de la dieta mediterránea es comparable al de 5 años de envejecimiento.

DIETA MEDITERRÁNEA Y SALUD

Durante el Simposio Internacional de Yale sobre Aceite de Oliva y Salud, ahora en su cuarta edición tras las anteriores en EE. ahora universalmente conocido- por la dieta mediterránea.

Las ventajas de este régimen dietético son indiscutibles, objeto de estudios ya en los años 50 por el fisiólogo Ancel Keys quien sentó las bases con el Estudio de los Siete Países. Se analizaron los comportamientos alimentarios de los Estados Unidos, Italia, Finlandia, Grecia, los Países Bajos, Japón y la antigua Yugoslavia (ahora Croacia y Serbia) para comprender la alta mortalidad por enfermedad coronaria en los Estados Unidos y el norte de Europa, y el vínculo entre enfermedad coronaria y mortalidad, luego asociada a un mayor consumo de grasas saturadas.

El proyecto piloto en 1957 vio algunas áreas rurales incluyendo Nicotera en Calabria, seleccionadas por el alto consumo de aceite de oliva y legumbres: la prevalencia de infarto de miocardio en hombres entre 45 y 64 años fue muy baja (4 casos de 598) como raros eran hipertensión, sobrepeso y obesidad.

Para establecer cuánto se corresponde una dieta con la dieta mediterránea se puede utilizar el Índice de Adecuación Mediterránea (MAI), desarrollado por los investigadores del Seven Country Study dividiendo el porcentaje de energía obtenido de los alimentos de una dieta típicamente mediterránea con el aportado por uno que no lo es: pan, cereales, legumbres, pescado, verduras, frutas, vino tinto, aceite de oliva vs leche, carne, huevos, grasas animales, bebidas dulces, azúcares (el valor máximo es 15 y en Nicotera se trataba de la mitad; un valor aceptable ya sería 5 ya que hoy en día en Italia estamos en 2). La calculadora de la sección de Nutrigenómica Clínica y Nutrigenómica de la Universidad de Roma Tor Vergata está disponible en línea: http://cellbiol.com/maicalc. El aumento del índice MAI se asocia con una disminución de la mortalidad por enfermedades cardiovasculares.

Fuente: Teatro Naturale

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