Las empresas del sector del aceite de oliva han afirmado este viernes que la principal prioridad de la transformación digital es elevar las ventas y el consumo mundial de este alimento.
Los responsables de las aceiteras DCOOP, Picualia, Castillo de Canena, y de otras entidades vinculadas al ámbito olivarero, como BALAM, Agrotech o Caixabank, han participado en un debate sobre tecnología en el sector del aceite de oliva, en el marco de Smart Agrifood Summit, que concluye este viernes en Málaga.
Dentro de la cadena de producción y venta del aceite de oliva, los empresarios han coincidido en que la prioridad está en la mejora de la comercialización.
El presidente de la cooperativa DCOOP, Antonio Luque, ha remarcado que España, con una media de 1.400.000 toneladas de cosecha, se enfrenta al reto de consolidar su posición de liderazgo y asumir que la tecnología “va a cambiar el futuro”.
Entre las enseñanzas de la pandemia, Luque ha subrayado la conclusión de que el gran consumo de aceite de oliva está en el hogar y no en la restauración.
Como ejemplo de iniciativa digital, ha apuntado que DCOOP, con su marca “Pompeian” tiene una cuota del 50 % de mercado de las ventas de aceite de oliva en Estados Unidos a través de Amazon.
El director general de Grupo Castillo de Canena, Francisco Vañó, ha afirmado que el comercio electrónico es una opción “maravillosa” para el sector.
Vañó ha opinado que el reto es ocupar el hueco de otras grasas vegetales en el mercado y que la crisis del coronavirus ha probado que el mercado es global y que la salud es una prioridad.
Realidad virtual y gastronomía
El gerente de la cooperativa Picualia, Juan Antonio Parrilla, ha señalado que el consumidor está hoy en día “saturado” por la oferta y que más allá de los avances tecnológicos para el seguimiento de los agricultores y de la calidad, es crucial innovar para la venta.
En este sentido, Picualia ha creado una sala de realidad virtual donde los consumidores y aficionados al turismo gastronómico pueden coger su aceituna, un tractor y desplazarse a una almazara “como si fuera Matrix” (en referencia a la película de ciencia ficción).
Por su parte, José Antonio Adame, asesor técnico en Andalucía Agrotech, ha apuntado que el sector del aceite de oliva puede beneficiarse de la inteligencia artificial integrando elementos predictivos y redes sociales para observar tendencias y comportamientos, como ya se está haciendo en el ámbito del vino.
El director de marketing de Balam, Fran Gálvez, ha abordado la parte más agrícola del ámbito olivarero y ha señalado que esta producción “se reinventa” continuamente.
Pero el director territorial de Andalucía oriental de CaixaBank, Juan Ignacio Zafra, ha puntualizado que “se ha hecho mucho más” en la transformación que en el marketing y que el desafío es vender más aceite en el mundo.
Fuente: EfeAgro