La Comisión Médica de la Federación Extremeña de Fútbol continúa con su sección de artículos de divulgación sobre medicina deportiva, orientada a aportar información a todos los afiliados sobre hábitos saludables y prevención de lesiones y otras enfermedades. Este nuevo artículo aborda la importancia del aceite de oliva en la alimentación de los deportistas.
El aceite de oliva es un zumo de fruta de características oleaginosas obtenido de la fruta del olivo, la aceituna. Es uno de los grandes alimentos de nuestro planeta y sin lugar a duda una auténtica joya de nuestra alimentación. Ocupa un lugar esencial en la dieta mediterránea, que en la actualidad es considerada como la forma de alimentarse más sana y nutritiva de las que podemos disponer. Sus beneficios en relación con la salud son múltiples y ampliamente conocidos.
Sus propiedades no solamente se enmarcan dentro del concepto de salud en general, sino que presenta amplios beneficios para la práctica del deporte en general y de los deportistas en particular. Los aportes que su consumo determina en la salud y rendimiento de las personas que practican deporte, no solo a nivel profesional, son de
gran relevancia.
Un deportista debe aportar en su dieta entre un 25-30% de grasas de las que un amplio porcentaje deben ser insaturadas y de calidad como lo son las del aceite de oliva, que aportan propiedades concretas además de una amplia cantidad energía para la combustión muscular sobre todo en ejercicios de larga duración.
El aceite de oliva tiene múltiples componentes, pero entre ellos destacan el ácido oleico, los polifenoles y la vitamina E. La conjunción de todos ellos determina su acción beneficiosa sobre el sistema cardiovascular y sistema muscular, lo que es de gran importancia en los deportistas, y la protección que ello supone para las personas que practican deporte sin ambiciones competitivas ni de alto rendimiento, sino solamente como actividad lúdica y recreativa. A esta acción sobre el sistema cardiovascular se añade la acción sobre los lípidos sanguíneos y colesterol y lo que supone un valor añadido para la salud del sistema cardiocirculatorio.
La capacidad antioxidante generada por la acción de los polifenoles y la vitamina E confluyen de manera excelente en las necesidades que plantea el ejercicio físico en relación al llamado “stress oxidativo”. Durante el ejercicio físico se incrementa la oxidación del organismo como consecuencia de la elevación del consumo de oxígeno que determina la actividad deportiva. Esta oxidación general contribuye en parte a la fatiga ocasionada por el ejercicio aparte de originar alteraciones en las membranas celulares, que pueden ser causa inicial de muchas patologías, por lo que las propiedades
antioxidantes del aceite de oliva ayudan a contrarrestar este efecto.
A todo lo anterior se añade la capacidad antiinflamatoria de los polifenoles contenidos en el aceite de oliva que ayudan a paliar todos los procesos inflamatorios que se originan por la práctica del deporte e incluso, a la recuperación de las lesiones originadas por el mismo, lo que ayuda a la regeneración muscular y a evitar el dolor muscular ocasionado por la práctica del deporte y facilita la recuperación.
En los deportistas estas acciones descritas adquieren una gran importancia y por ello el aceite de oliva es un excelente aliado para su salud y rendimiento y lo podemos considerar como “la grasa ideal para la práctica del deporte”.
Autor:
Dr. Antonio Escribano Zafra
Catedrático de Nutrición Deportiva (UCAM)
Especialista en Endocrinología y Nutrición
Especialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte
Fuente: Extremadura Diario