Los doctores Lorenzo Tapia y Eduard Escrich destacan los beneficios para la salud de este producto en una jornada científico-cultural celebrada en el Colegio Oficial de Médicos de Huesca con cata incluida.
¿Cuál es la proporción saludable diaria de aceite de oliva virgen extra? A esta y a otras muchas preguntas contestaron los doctores Lorenzo Tapia y Eduard Escrich, dos autoridades en esta materia, en una jornada científico-cultural celebrada en el Colegio Oficial de Médicos de Huesca en torno a este ‘oro líquido’ con cata incluida.
Escrich, profesor de Fisiología Médica y de Nutrición Humana en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Barcelona, defendió el papel del aceite de oliva como factor para la salud y aseguró que la media de consumo al año debería ser de 18 litros por persona, 11 más que la actual, “porque la proporción saludable es de 50 mililitros al día, cuatro o seis cucharadas soperas en crudo o cocinado”.
Además, enumeró las enfermedades en las que el consumo de ‘avoe’ resulta más beneficioso: las cardiovasculares; el cáncer, “aunque es más polémico porque es la enfermedad más compleja y difícil de investigar”, admitió; la diabetes del adulto en tipo 2; y los sistemas inmunológicos y de coagulación. Y advirtió de que “si conjugamos dieta, que una de las mejores es la Mediterránea, y los hábitos de vida con actividad física, se puede preservar la salud”.
Pese al espectacular aumento de su precio, este doctor pidió a los asistentes que lo compararan con el gasto que hacen en cerveza, tabaco, cubatas… “Si se tienen en cuenta todos los factores, se darán cuenta de que el aceite de oliva sigue siendo muy barato“, destacó Escrich.
Mientras, Lorenzo Tapia, doctor en Nutrición Comunitaria y presidente de Olearum, también incidió en desterrar la idea de que sea un producto caro “si tenemos en cuenta los beneficios para la salud”.
Señaló que el 98% del aceite de oliva se sigue produciendo donde en torno a Mediterráneo, y que Jaén, con 70 millones de olivos, produce más que Francia, Portugal e Italia. También enumeró las principales variedades españolas: picual, cornicabra, hojiblanca, lechín, empeltre, arbequina y blanqueta.
En España hay 29 denominaciones de origen, y en Aragón se cuenta con la del Bajo Aragón desde 2001 y más recientemente con la del Moncayo. Además, expresó su esperanza en la nueva DO de Aceite del Somontano, con verdaderas “joyas oleícolas” y defendió sus valores oleoturísticos con algunos ejemplares espectaculares como la olivera de Colungo.
Para apreciar el valor del aceite, definió el ‘avoe’ como el “zumo de una fruta” que ha de estar en su momento de maduración y que ha de ser exprimido con gran limpieza y sumo cuidado. “Un aceite no huele a aceite, sino a aceituna. Lo importante no es su morfología, cada variedad tiene su forma, sino su olor y sabor“, dijo. Y animó a diferenciarlo con el fabricado en refinerías, “que es una fanta sin color, sabor ni olor que recibe una pizquita de virgen para el 0.4 suave y dos pizquitas” para el 1.0 intenso”, aseguró.
Además, dirigió la cata de cinco aceites de Ferrer y Ecostean (de Bierge y Costean, respectivamente) en los que buscó la identificación de los atributos positivos captando el dulce en la punta.
Fuente: Heraldo
