La UCO ha expuesto que el uso de aguas residuales regeneradas en regadío agrícola se erige como una de las principales estrategias de riego
Un estudio del grupo de Hidráulica y Riegos de la Universidad de Córdoba (UCO) ha analizado los cambios espaciotemporales del nitrógeno en un sistema de riego en el que se usan aguas regeneradas para regar el olivar.
La UCO ha expuesto que el uso de aguas residuales regeneradas en regadío agrícola se erige como una de las principales estrategias de riego sostenible en un contexto en el que el sector agrícola es responsable del 70 por ciento del uso de agua a nivel mundial.
El empleo de estas aguas regeneradas se basa en el concepto de economía circular, una estrategia que ha permitido desarrollar el proyecto Reutivar con el objetivo de poner a punto un sistema de fertirriego de precisión en olivar.
Para ello, los investigadores han analizado las variaciones espaciotemporales del nitrógeno, uno de los nutrientes más importantes en nutrición vegetal, en una red de distribución en la que se usan aguas regeneradas para regar el olivar.
El análisis de estas variaciones, realizado por los investigadores Carmen Alcaide, Irene Fernández, Isabel Martín, Juan Antonio Rodríguez y Emilio Camacho en la red de la Comunidad de Regantes Tintín de Montilla, confirma que dependiendo de la época del año el contenido de nitrógeno en la red fue diferente, mientras que la forma del nitrógeno cambió a lo largo de la red de distribución.
Espacialmente, se produce una nitrificación a lo largo de la red en el camino desde la estación de bombeo a las parcelas
Investigadora Carmen Alcaide.
Dependiendo de dónde se encuentra la parcela en relación con la longitud de la red de distribución el nitrógeno llega a ella de una manera u otra, algo que “tiene unas consecuencias importantes a la hora de programar la fertilización”, ha subrayado Juan Antonio Rodríguez.
En cuanto a la variación temporal, se observó que “el contenido de nitrógeno se redujo en verano”, y se comprobó que uno de los parámetros que más afectaba al contenido de nitrógeno en el agua era el contenido de clorofila “a”, el cual es un indicador de la cantidad de fitoplancton que hay en la balsa de almacenamiento.
De esta manera, los altos niveles de clorofila “a” se tradujeron en un mayor consumo de nutrientes por parte de este fitoplancton y, en consecuencia, una menor cantidad de nitrógeno llegando al olivar a través de esas aguas regeneradas.
La variabilidad espaciotemporal de la cantidad y la forma del nitrógeno que se demuestra en este estudio implica la necesidad de un control continuo de la calidad del agua y del contenido de nutrientes a lo largo de toda la campaña de riego para, así, poder ir adaptando el plan de fertilización con precisión a la zona que se riega en cada momento.
Con todo el conocimiento generado dentro de este proyecto, liderado por FERAGUA, el equipo investigador lanzó una aplicación móvil gratuita y sencilla -Reutivar app-, a través de la cuál los regantes reciben una serie de recomendaciones precisas sobre la gestión del regadío y la fertilización en sus cultivos, dependiendo de la calidad del agua que les llega y las condiciones en las que lo hace.
El aprovechamiento de las aguas regeneradas y los nutrientes que contienen para regar y fertilizar a la vez ayudará a los olivareros a reducir la huella hídrica del cultivo, aumentar la sostenibilidad ambiental del sector y reducir costes.
Fuente: Andalucía Información