Ante las evidencias de que el consumo de aceite de oliva virgen extra está ligado directamente al menor riesgo de enfermedad cardiometabólica, surge una preocupación por el posible efecto sobre el aumento de peso dado su índice calórico.
En este sentido, se lleva a cabo un estudio con el objetivo de examinar las asociaciones entre los cambios a largo plazo en el consumo de aceite de oliva y los cambios en el peso corporal.
Se examinaron para ello los datos de 121.119 mujeres y hombres que provenían de 3 estudios de seguimiento en largos periodos de tiempo (Nurses’ Health Study (NHS, 1990-2010), NHSII (1991-2015), y Health Professionals Follow-up Study (HPFS, 1990-2014)), cuya edad era inferior a los 65 años de edad y no padecían enfermedades crónicas.
Los resultados pusieron de manifiesto que el aumento del consumo de aceite de oliva se asoció inversamente con el peso corporal a largo plazo entre los adultos de mediana edad.
Por el contrario, un mayor consumo de otros tipos de grasas -como otras grasas vegetales, mantequilla, margarina- y cereales refinados se asoció con un mayor peso corporal.
Estos resultados sugieren que la sustitución de otras fuentes de grasa por aceite de oliva puede ayudar a prevenir el aumento de peso.
Fuente: The American Journal of CLINICAL NUTRITION
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