La Fundación Dieta Mediterránea, junto al Ministerio de Cultura, celebró este lunes en la Fundación Joan Miró el XV aniversario de la inscripción de la Dieta Mediterránea en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. La efeméride reunió a instituciones nacionales e internacionales, académicos, expertos, representantes culturales y agentes del sector agroalimentario en un acto que reivindicó la Dieta Mediterránea como un patrimonio vivo que trasciende generaciones.
El ministro de Cultura, Ernesto Urtasun, destacó el valor simbólico y universal de este legado, recordando que “la Dieta Mediterránea es uno de los valores culturales más universales que proyectamos al mundo. Representa una manera de vivir que une salud, sostenibilidad y respeto por nuestro entorno y nuestras tradiciones”.
Hacia el Día Internacional de la Dieta Mediterránea
Uno de los anuncios más relevantes de la jornada fue el impulso que el Grupo de Ciudades Emblemáticas de la UNESCO ha dado en Naciones Unidas a la creación del Día Internacional de la Dieta Mediterránea, cuya aprobación se prevé antes de que finalice 2025.
Esta efeméride situará a la Dieta Mediterránea en el calendario mundial, reforzando su difusión como modelo ejemplar de salud, sostenibilidad, convivencia y patrimonio cultural.
Un estilo de vida que define un territorio
Durante el acto, los ponentes recordaron que la Dieta Mediterránea es mucho más que un patrón alimentario. Es un estilo de vida completo, basado en el consumo de ingredientes locales y estacionales, recetas y técnicas culinarias tradicionales, la comunidad, las celebraciones y la transmisión intergeneracional, la actividad física cotidiana y una relación estrecha con el entorno y el paisaje.
Se destacó su capacidad de adaptarse a los tiempos sin perder su esencia, actuando como eje de identidad, cohesión social y bienestar colectivo. Su influencia se extiende a la gastronomía, la literatura, las artes, la ciencia y la educación, proyectando al Mediterráneo como un territorio fértil en cultura y tradición.
Agricultores, ganaderos y pescadores: guardianes del patrimonio
El evento dedicó un espacio especial al reconocimiento del sector agroalimentario, considerado fundamental para la conservación de este estilo de vida. Los agricultores, ganaderos y pescadores fueron destacados como guardianes del paisaje mediterráneo, responsables de preservar la biodiversidad y la calidad de los alimentos que sustentan este modelo.
Su actividad, recordaron, forma parte del telón de fondo de la civilización mediterránea, vinculando historia, territorio y cultura gastronómica. Asimismo, se puso de relieve la capacidad de la Dieta Mediterránea para proyectar un territorio y reforzar su atractivo como destino turístico gracias a sus paisajes, productos y tradiciones culinarias.
“Una cultura compartida que nos identifica y nos une”
El cierre del acto corrió a cargo del presidente de la Fundación Dieta Mediterránea y conseller de Agricultura, Ramaderia, Pesca i Alimentació, Òscar Ordeig, quien subrayó el significado profundo de este legado común:
“La Dieta Mediterránea es una cultura compartida que nos identifica y nos une. No es solo lo que comemos, sino cómo vivimos, cómo socializamos y cómo cuidamos de nuestro entorno. Es un patrimonio que debemos preservar y transmitir a las nuevas generaciones”.
Ordeig recordó que este estilo de vida es reconocido por la comunidad científica como uno de los más saludables del mundo, y advirtió que su continuidad depende del compromiso colectivo con la sostenibilidad, la educación alimentaria y la protección del territorio.
La celebración del XV aniversario marcó así el inicio de una nueva etapa que aspira a situar la Dieta Mediterránea en el centro de las políticas culturales, de salud y de sostenibilidad, impulsando su presencia y protección a escala global.
Fuente: Qcom.es
